martes, 31 de agosto de 2010

CAPITULO 1

Capitulo 1. ''Pidiendo Ayuda Desesperadamente''.

- Okay, explícame nuevamente como si tuviera cinco años…- respiró - quieres que haga qué? – Fue lo primero que dijo Ginny al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y había decidido por lo tanto darse por vencida de lograr algo más que la amistad. Es que había pasado varios años tratando de que ese tonto miope se fijara en ella que ya viendo que el tiempo pasaba y ella se estaba haciendo mayor, prefirió dedicarse a convivir con chicos que la tenían en cuenta. Es que para Justin Bieber, la pequeña hermana de su amigo no existía. Y hoy después de tanto llorar, y desde casi tres años, se habían hecho amigos. Amigos a la fuerza! Porque el noviazgo de Harriet y Ryan, habían obligado a Justin a buscar nuevos horizontes referidos a la amistad, y como la pelirroja estaba cerca, le fue fácil.


Ginny era muy distinta a Harriet, y a Ryan. Justin se encontró un día estudiándola y se dió cuenta de que tenia algo de los dos, mas lo propio. De Harriet tenía la capacidad para el estudio, la confianza y seguridad en si misma, de Ryan el buen humor y la picardía, algo de las bromas de los gemelos, y cuando se enojaba, podía ver a la señora Butler, su mamá, lanzándole una gran perorata. Pero Ginny tenía además algo especial, y era que entendía todas las penas que Justin tenía. Y más las penas de amor. Al joven le era fácil contarle lo que sentía, sus más profundos temores y deseos. Y ella era capaz de darle un consejo, apropiado para cada cosa. Es por eso que teniendo un problema con su amor, tan grande, decidió pedirle ayuda…

- Yo… no es tan malo lo que te pido Ginny – dijo algo nervioso – es muy importante para mi!

- Pero Justin – dijo ella y su piel estaba tan pálida que se confundía con la escasa nieve que había alrededor. – en qué puedo ayudarte yo? No tengo idea de lo que quieres hacer!

- No es mucho pedir… - carraspeó – sólo te pido que me ayudes a ser mas… romántico – ella torció los ojos.

- Sé lo que dijiste, lo que no entiendo es por qué? Para qué?

- Por qué? Bueno es fácil, no se me da eso del romance, Ginny. Yo trato de conquistar a una chica…

- Querrás decir a Jasmine – dijo con algo de rabia

- Si, Jasmine, pero hago todo mal y quedo como un idiota!

- Pero Jasmine ya no está en la escuela Justin – dijo en un tono desesperado.

- Lo sé, pero ella y yo nos escribimos, y a veces me resulta algo… difícil poner algo medianamente romántico, y yo… quiero sorprenderla, hacerle ver que yo valgo la pena! – dijo

- Si ella se interesara en ti, te querría tal como eres, aun siendo un perfecto… idiota… como tu dices que eres!

- Bueno pero es que a algunas mujeres son más sensibles que otras! – "Querrás decir que Jasmine es una zorra interesada que lo único que quiere es andar de novia contigo y decir que es la niña de Justin Bieber" Pensó ella. – Y Jasmine quiere que yo cambie…

- Por qué tienes que cambiar tú? – lo miró arqueando una ceja – Es que ella se cree tan perfecta para decirle a todo el mundo que cambie?

- Ginny…

- No – puso su mano en el pecho del joven – déjame terminar. Si ella te quisiera, te aceptaría tal como eres Justin. Tu eres un chico excepcional – se sonrojó un poco.

- Gracias, pero es que yo quiero hacerlo… yo noto que no sé como comportarme delante de una mujer…

- Bueno… eso es cierto – tuvo que admitir Ginny.

- Me ayudas?

- Aún no respondiste la otra pregunta.

- ?

- Para qué quieres que te ayude a ser romántico?

- Ah… es que – se puso rojo- Yo… me gusta… no, yo quiero a Jasmine – ella lo miró – Y pues… he decidido declararle mi amor y decirle que sea mi novia…

- Ya es tu…

- No, esto es algo mas formal… como un compromiso a largo plazo – si alguna vez Ginny quiso que la tragara la tierra, ese preciso momento estaba presente. Trago saliva, estaba con el ánimo por el piso.

- Te le vas a declarar? Es decir comprometerse y todo? – dijo en un hilo de voz… el asintió sonriendo – cuándo?

- El día de San Valentín…

- En dos semanas… - susurró. Lo miró. Ya no era el niño interesado en el Futbol ni en salvar el mundo. Eso ya lo había superado. Ahora Justin tenía diecisiete años. Estaba en el último año de Escuela… y Jasmine estaba estudiando para actriz. La odiaba. Ella pensaba que cuando la oriental se fuera de la escuela tendría la oportunidad de conquistar a Justin, pero no contó con que esa arpía lo quería si o si, y estaba valiéndose de todo lo que estaba a su alcance para tenerlo agarrado de la nariz… - Yo – se levantó – no sé… que es lo que tienes en mente…

- Eso quiere decir que hay una posibilidad de que me ayudes… - el se levantó con ella y la siguió. Ginny trataba de serenarse, lo estaba perdiendo, ya era un hecho. El la seguía sin decir nada. De pronto ella se detuvo y lo miró.

- Yo, si tu me dices que quieres… puedo ayudarte… además no creo que yo pueda serte útil en algo. Mírame yo, en cuanto a romances no soy toda una experta! – rió nerviosa.

- Pero has tenido muchos novios… y eres mujer… digo sabes que quieren las mujeres de los hombres.

- Solo uno… – dijo suspirando – Bueno que tienes en mente?

- Estaba pensando… que quiero declararme con todo! – ella miró sus ojos claros. Estaban fulgurantes de alegría, tanto que apenas parecían quedarse en su lugar.

- Declaración y beso? Cena, declaración y beso?

- Se puede? – dijo algo nervioso.

- Depende de ti…- sonrió – Tienes muchas opciones… - él la miró esperando que las dijera. – Bueno, está declaración y beso, nada espectacular, sólo tienes que decir las palabras adecuadas y el beso nada degenerado! – él sonrió. -También esta cena, declaración y beso. Es igual a lo anterior, pero tienes que poner mucho empeño en la cena…

- Puede ayudarme Dobby! – dijo Contento.

- Bueno si… o ir al mejor restaurante de la ciudad… cosa que dudo que haya… - carraspeó – después tienes Cena, baile, declaración y beso – El aplaudió contento – Y en eso te puedo asegurar que tienes mucho que aprender Bieber. Bailando tienes dos pies izquierdos.

- Graciosa – rieron – en verdad tienes razón… Bueno eso parece algo bueno, no? Digo la ultima opción… pero si le agregamos algo mas! – dijo con una sonrisa pícara.

- Mira Bieber – dijo colorada – Yo solo puedo ayudarte con cena, baile, declaración y beso! Lo de "mas" que estás pensando corre por tu cuenta! Después de todo ella tiene demasiada experiencia en ese campo y yo… - él la miró – no!

- Okay entendí – la abrazó. Ella se dejó abrazar.- Entonces tu me ayudas con lo primero y yo… me encargaré de lo último. Cuando empezamos?

- Yo… tengo que estudiar…

- Ginny, tu no tienes mucho que estudiar, en eso eres igual a Harriet.

- Está bien… Pero déjame decirte que antes de adentrarnos en lo esencial, deberás leer algunas cosas…

- Qué cosas? Hay teorías para declararse, besarse y bailar? – preguntó algo contrariado

- No, bobo! – rió – hay cosas que tienes que leer para que encuentres tu vena romántica!

- Que no sea nada de algún duende perdido de amor por una elfina boba! – "no querido, de la elfina boba te enamoraste tu" Pensó y rió en su interior.

- Nada de eso! – le pellizcó la mejilla, haciendo que en la mejilla de Justin apareciera un manchón rosado.

- Está bien… - dijo bufando – Todo sea por amor – miro su reloj – Merlín! Debo ir a buscar a Ryan!

- Dónde está?

- Eh… yo… creo que en la biblioteca…

- Vamos Ryan no iría a la biblioteca ni aunque le pagaran! Dónde está?

- Con Harriet… En la sala de novios..

- Todavía no se le fueron las ganas de…

- Ginny no lo sé! Es que tú sabes... cuando uno esta enamorado!

- Si, entiendo! Pero espero que los muy idiotas no me hagan tía antes de tiempo!

- Si, yo también! – Le dió un beso en la mejilla – Me voy! Luego hablamos de nuestro trato! – se marchó corriendo. Ginny se quedó parada mirando como se alejaba.

- Bueno – se encontró hablando sola – No era que no te lo esperabas – sus ojos se aguaron un poco – Pero en verdad duele – Respiró profundamente y se limpió los ojos – Es la última lágrima que derramo por él. De ahora en adelante… – Ya llegaba al castillo – Te limitarás a ser su amiga y lo ayudarás con lo que te pidió. Y después a vivir la vida! Después de todo… El no es el último hombre de la tierra.